Lo más agudo de la recesión está por venir: Invex

28 10 2008

El grupo financiero consideró que los inversionistas ven menos atractivos a los países emergentes, ya que cuentan con menos recursos y menor solidez para enfrentar la crisis mundial.

Las bajas que ha registrado la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) no parecen encontrar piso, pues los reportes financieros de las empresas al tercer trimestre son bastante “más malos” de lo esperado, aseguró Invex Grupo Financiero.

Lo más agudo de la recesión está apenas por suceder, y no hay una perspectiva de recuperación en las ganancias de las empresas, señal indispensable para asumir que habría un repunte relevante, consideró en su reporte económico.

Recordó que durante la sesión del viernes, el mercado respetó los 16 mil 400 puntos (soporte que coincide con el mínimo de 2006), por lo que sería el nivel a vigilar en las siguientes sesiones.

“Si bien es probable que el Indice de Precios y Cotizaciones (IPC) presente una corrección al movimiento de baja, consideramos poco factible que el avance se extienda más allá de los 18 mil puntos”.

Al tranquilizarse los problemas en el flujo de créditos interbancarios, agregó, los inversionistas han volteado a ver el desempeño de las economías y de las empresas “y se han encontrado con un panorama no sólo muy dañado, sino muy preocupante en el futuro cercano”.

Así, aparentemente resuelto el problema de liquidez, la aversión al riesgo sigue bastante presente y creciendo, debido a la escasa, si no es que nula, disposición de los inversionistas en el orden global a tomar posiciones de riesgo.

A esta situación se suma el fuerte deterioro de muchas empresas, ante la depreciación del dólar, y varias emisoras han tenido que reconocer importantes pérdidas en sus resultados, lo cual arroja una situación de mayor debilidad.

Para Invex, los capitales consideran ahora que los países emergentes son menos atractivos para invertir ya que cuentan con menos recursos y una menor solidez para enfrentar la crisis mundial. [Fuente]





Castración química.

26 10 2008

La economía mundial tiene una solución. Drástica, pero solución: la castración química. A grandes males, grandes remedios. Bueno, también valdría la castración a lo bruto, pero somos civilizados, ¿no?

Paul Wolfowitz.

Paul Wolfowitz.

Vayamos por partes. ¿A quién corresponde ‘evitar las crisis en los sistemas monetarios, alentando a los países a adoptar medidas de política económica bien fundadas y asesorando a los bancos centrales’?

Al Fondo Monetario Internacional. ¿A quién corresponde ‘reducir la pobreza en el mundo’? Al Banco Mundial. ¿Cómo está la economía? Mal. ¿Cómo está la pobreza? Aumentando a toda leche. Vale, pues ya sabemos que el Fondo Monetario y el Banco Mundial han funcionado de pena.

 

 

Ahora miremos las causas profundas del fracaso, que he investigado a fondo.

El 1 de junio de 2005, mientras los bancos empezaban a chutarse hipotecas subprime y otras basurillas financieras, Bush colocó en la presidencia del Banco Mundial a su amigo Paul Wolfowitz, el organizador de la invasión de Irak. Wolfowitz, además de ser un tipo de cuidado, tenía un problemilla: su novia, Shaha Ali Riza, una señora tunecina educada en Arabia Saudí, trabajaba justamente en el Banco Mundial. El personal de la oficina (12.000 personas en el edificio de Washington) estaba al corriente de la movida, y pasó lo que pasa en estos casos: que el jefe trabaja poco porque se entretiene con la empleada, y que los otros trabajan poco porque se dedican a hablar de que el jefe se entretiene con la empleada.

Cuando el cotilleo se salió de madre, alguien le dijo a Wolfowitz que más le valía colocar a la novia en otro sitio. Entonces la enchufó en el Departamento de Estado, en la misma oficina donde estaba la hija del vicepresidente Dick Cheney (otra enchufada), con un sueldo mejorado: la señora Riza, que hasta entonces cobraba 132.660 dólares libres de impuestos, pasó a cobrar 193.590, también libres de impuestos, y con un aumento anual automático del 8%. Es lo que tiene el amor. Pero claro, con eso aumentaron los cotilleos, los periódicos lo contaron, se montó una escandalera y a mediados de 2007, justo cuando comenzaba a reventar la crisis de las subprime, Wolfowitz tuvo que dimitir, después resistirse todo lo que pudo y pronunciar una frase inmortal: «Si me joden a mí o a Shaha, yo voy a joderlos a ellos». El sistema financiero empezó a irse a hacer puñetas, y el Banco Mundial se quedó descabezado.

¿Qué pasaba mientras tanto en el Fondo Monetario Internacional? Ahí estaba como director gerente, desde 2004, Rodrigo Rato, que acababa de separarse y se había ido a Washington con su nueva novia. No la colocó en el Fondo ni nada de eso, pero el hombre, imagino, disfrutaría algo así como una segunda juventud, y en la segunda juventud lo que menos apetece es quedarse en el despacho. Fuera por lo que fuera, a finales de 2007, con el carajal bancario ya montado, Rato dijo que se largaba ‘por motivos personales‘ y se volvió a España.

Había que buscar a un sustituto, y Sarkozy lo encontró: Dominique Strauss-Kahn, felizmente casado, en terceras nupcias, con la bella Anne Sinclair, presentadora de televisión. Supongo que pensarían que un señor que ya se ha casado tres veces y vive con una señora muy guapa, puede resistir mejor que otros algunas tentaciones. Pero qué va. Lo primero que hizo Strauss-Kahn al instalarse como gran jefazo del Fondo Monetario fue liarse con una empleada, la economista de origen húngaro Piroska Nagy. La señora Nagy, además de ser rubia y guapa, es esposa del ex presidente del Banco Central de Argentina. ¿Qué pasó cuando se descubrió el pastel? Pues que Strauss-Kahn colocó a la señora Nagy en el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo. Ahora mismo se están investigando las mejoras salariales obtenidas por la economista

. En resumen, que mientras la economía mundial se va al garete, el director gerente del Fondo Monetario no puede ocuparse del tema porque está liado con su lío, y el resto de la oficina ya tiene bastante con cotillear. [Fuente]

 





Dice Nouriel Roubini «Habrá que cerrar algunos mercados»

26 10 2008

El gurú y profesor de la Universidad de Nueva York pronosticó que los próximos días más de un mercado bursátil no va a poder funcionar

 

Nouriel Roubini, profesor de la Universidad de Nueva York.

Nouriel Roubini, profesor de la Universidad de Nueva York.

El gurú y profesor de la Universidad de Nueva York, Nouriel Roubini, es un visionario. Adelantó hace dos años el crac del 2008. Pocos le hicieron caso. Sus previsiones se cumplieron a pies juntillas. Ahora vaticina que la recesión durará dos años en Estados Unidos y un poco menos en Europa. Considera que «estamos al borde de una debacle financiera». A su juicio, se trata de la peor crisis desde la depresión de 1929. Pronostica que estamos al borde de la hecatombe si no se actúa rápido. Su receta para los próximos días: echar el cerrojo en algunos mercados bursátiles hasta que se tomen medidas políticas concretas para clarificar la situación. Ayer, pasó como un rayo por Madrid, en un encuentro organizado por el Iese al que acudieron casi 3.000 ex alumnos, y conversó con La Vanguardia.

¿Cómo se puede frenar lo que está sucediendo?

Estamos a punto de una recesión global muy grave. Creo que las próximas dos semanas se deben cerrar algunos mercados bursátiles porque estamos viviendo una situación extrema. Los mercados están siendo tan disfuncionales, hay tanto pánico, que la gente vende por estrés. Ayer por la mañana, el mercado de futuros en EE. UU. cayó tanto que se suspendió la negociación. Esto ya ha sucedido en Rusia y en otros mercados algunos días. También hay otros cortocircuitos, que se tendrán que activar. Por ejemplo, en Estados Unidos, si la bolsa cae más de un 10%, hay una normativa que obliga a cerrarla.

¿En qué países pueden producirse aún focos de crisis?

Hay más de 15 mercados emergentes que tienen problemas con la economía. No todos van a sufrir una crisis severa, pero muchos de ellos están sometidos a una presión financiera importantes. Depende de las ayudas y apoyos que reciban del FMI y del Banco Central Europeo.

Entre los que están en riesgo, que no significa que vayan a sufrir una crisis profunda, destacan los tres países bálticos (Letonia, Lituania y Estonia), Hungría, Rumanía, Bulgaria, Turquía, Bielorrusia, Ucrania. También se puede destacar: Corea, Pakistán, Indonesia y Sudáfrica. Y en América Latina los que más peligro tienen son Ecuador, Venezuela y Argentina. Si responden con buenas políticas sus gobiernos, quizás puedan evitar una crisis financiera severa.

¿Saldrá algún acuerdo concreto de la reunión del G-20?

Se quiere empezar a redefinir un nuevo orden financiero internacional, pero considero que el sistema financiero internacional se va a colapsar, con lo que urge más tomar medidas políticas a corto plazo para intentar controlarlo. Lo primero que hay que conseguir es que el paciente no se muera en la UVI y después ya veremos qué le damos de comer. Aún no se sabe en qué se va a basar el nuevo orden, pero está claro que de las futuras cumbres entre EE. UU., Europa y países emergentes va a salir un mundo con mayor normativa y más supervisión en los bancos y el resto de las instituciones financieras.

¿Va a producirse una segunda ola de recapitalizaciones en la banca estadounidense?

Ahora quieren inyectar 250.0000 millones de dólares en el sector financiero. Yo creo que la cifra real va a ser entre 600.000 y 700.000 millones de dólares. Los 250.000 millones van a ser insuficientes. Y esto se va a producir también en el Reino Unido y en otros países europeos.

¿La bancarrota de Lehman Brothers puede provocar un efecto dominó en la banca europea?

Bueno, el G-7 creo que se dio cuenta de que el colapso de Lehman Brothers fue un error porque la siguiente semana se desplomaron AIG y otras instituciones financieras. Este efecto negativo conllevó que el G-7 tomara la decisión de que ninguna institución sistemáticamente importante europea iba a caer en bancarrota. El problema es que el nivel de apalancamiento de las entidades financieras norteamericanas es de 20 o 30 veces; mientras que en las europeas se sitúa entre 50 y 60. Si se suma la recesión europea y la exposición a países de Europa del Este, como Hungría, Rumanía, Turquía o Bulgaria, el cóctel esta servido. Para colmo, la Fed ha bajado los tipos de interés mucho más que el BCE, que sólo ha recortado ahora 0,5 puntos. El problema es que si caen bancos de Holanda, Bélgica o Suiza, por ejemplo, son tan grandes que sus respectivos estados no tendrían dinero para rescatarlos. Por eso cae tanto la bolsa estos días. [Fuente]

 

 

 

 





¿Sera el futuro de WallStreet?

21 10 2008

 

Un poco de humor, tras todas las tenciones que se viven a diario, me pareció muy gracioso, pero en verdad espero que no lleguemos a algo parecido por todo lo que eso conllevaría.





Crisis financiera en imágenes.

20 10 2008

 

Esta vez, creo que una imagen habla mas que mil palabras.

[Fuente]





Los costos del rescate.

19 10 2008

Los gobiernos de varios países del mundo están invirtiendo miles de millones de dólares de los contribuyentes para rescatar a la banca y al sistema financiero. Las bolsas respiran aliviadas, pero ¿cuáles serán los costos de la salvación?

Analicemos una parte de la factura. En el Reino Unido se nacionaliza la banca parcialmente con US$88.000 millones de dólares, en Estados Unidos con US$250.000 millones de dólares, en Alemania con US$109.000 millones de dólares, y en Francia con US$55.000 millones de dólares, sólo por citar algunos países.

Todo ese dinero sale del gasto público. Eso significa que los gobiernos gastarán más recursos del presupuesto de lo que habían pensado.

La pregunta entonces es ¿de dónde salen ese dinero? Principalmente de dos fuentes: la recaudación de impuestos y la contratación de deuda.

¿Vale la pena el sacrificio? Los gobiernos son optimistas y aseguran que el plan reactivará el mercado crediticio y detendrá -o minimizará- la recesión económica.

También creen que, en el mediano plazo, los bancos se recuperarán a tal nivel que entonces los gobiernos podrán vender su participación en ellos, obtener ganancias y resarcir la deuda.

Pero, ¿y si el plan no funciona en el largo plazo?

«No hay por qué pensar que no va a funcionar. Puede ser más o menos costoso dependiendo de cuánto dinero inviertan los gobiernos y recordando que, al final, antes o después, serán los contribuyentes los que tendrán que pagar la cuenta a través de los impuestos que recauda el gobierno», responde a BBC Mundo Rafael Pampillón, analista del Instituto Empresa de Madrid, en España

El especialista dice que, históricamente, los gobiernos han ayudado en mayor o menor medida al sector bancario, por lo que es difícil que el plan no funcione.

Sin embargo reconoce que el costo será alto, pero necesario. Y es que, como otros analistas económicos, Pampillón cree que la factura sería mucho mayor si no se rescata a la banca, lo que tendría consecuencias económicas muy graves.

Los riesgos, sin embargo, están ahí. Si los planes de rescate no son suficientes, los gobiernos tendrían que inyectar más y más recursos a los bancos, generando más cargas al presupuesto público.

Si eso sucede, entonces el gobierno en cuestión tendrá que escoger entre aumentar los impuestos, aumentar la deuda, o recortar el gasto.

Eso significaría que los contribuyentes tendrían una doble carga o que las autoridades tendrían que olvidarse de gastos en educación, salud o infraestructura, por citar algunos ejemplos.

Ya afecta

En algunos países los costos ya se sienten en el bolsillo público. En España, por ejemplo, la deuda pasará del 37% al 42% del Producto Interior Bruto (PIB) debido al paquete de rescate.

En Estados Unidos las intervenciones del gobierno en la crisis contribuyeron a disparar el déficit presupuestario a US$450.000 millones, pero podría llegar hasta US$700.000 millones el próximo año.

En el Reino Unido, los analistas señalan que el déficit en el presupuesto podría alcanzar los US$57.000 millones, por encima de los US$43.000 que el gobierno pronosticó en pasado marzo.

Los costos, además, alcanzan esferas distintas a la economía. Las metas del milenio fijadas por la ONU para combatir la pobreza están en riesgo, igual que el combate al cambio climático. Esto porque en una época de contracción económica, los gobiernos recortan gastos que consideran prescindibles.

¿Y si los bancos no prestan?

Uno de los objetivos de los distintos planes de rescate es conseguir que los bancos se presten entre ellos y le presten de nuevo a las empresas y a los individuos

De hecho en el Reino Unido una de las condiciones que el gobierno impuso a los bancos que pidieron su intervención fue que tenían que dar créditos a las pequeñas y medianas empresas y a la gente que quiera comprar vivienda.

Pero eso no significa que los bancos volverán a prestar dinero tan fácilmente. Una de las lecciones de esta crisis es la prudencia, por lo que cabe esperar que a lo sumo, estas instituciones regresen los préstamos a los niveles de 2007.

Poco a poco la tasa de préstamos interbancarios en dólares a tres meses comienza a ceder, acercándose al 4%, pero aún lejos del 2,8% en el que se situaba en septiembre.

Y eso debería generar la confianza suficiente como para recuperar el ánimo de otorgar préstamos. Si eso ocurre, entonces podrán comenzar a medirse los estragos que la volatilidad financiera causó en la economía global, lo que, a su vez, podría afectar una vez más la disposición bancaria a reactivar los créditos.

¿Y si todo funciona?

Entonces los gobiernos no tendrán que desembolsar más dinero para rescatar a los atribulados bancos, el crédito fluirá nuevamente y los mercados regresaran a sus niveles normales.

Podría ocurrir, incluso, que en un par de años los bancos regresaran a terreno positivo, y ahí sí el gobierno podría obtener ganancias.

«Es cierto que si los bancos se recuperan y en el futuro obtienen beneficios podrían entonces privatizar las acciones que tengan en estas empresas y utilizar ese dinero para pagar la deuda social», afirma Pampillón.

Pero ¿serán los beneficios suficientes como para compensar el alto costo? «Absolutamente», responde el economista.

Aunque no todo es optimismo. Está claro que, independientemente de si los planes funcionan o no, el daño ya está hecho y la recuperación podría llevarle años a los países desarrollados, cuyos gobiernos y bancos tendrán que apretarse el cinturón antes de que la economía se recupere totalmente. [Fuente]

 





Llega crisis global a México.

19 10 2008

Pese a discursos del presidente Felipe Calderón y de Agustín Carstens, titular de Hacienda, el impacto es mayor, en especial en el tipo de cambio

Felipe Calderón y Agustin Carstens

Felipe Calderón y Agustín Carstens

La crisis global llegó a México. Pese a discursos de Felipe Calderón y de Agustín Carstens, el impacto es mayor, en especial en el tipo de cambio.

 

Analistas mantenían su escepticismo sobre el blindaje mexicano, como enfatizaban autoridades financieras, por la estrecha vinculación de México con Estados Unidos en comercio (80% de nuestras exportaciones van al vecino y éstas bajaron su crecimiento anual de 24% a 5% desde abril) y en flujo de trabajadores al norte (son la segunda fuente de ingresos para el país y cuyas remesas bajaron 12% respecto a diciembre de 2007).

El deterioro se notó en la caída del peso: en los últimos 75 días se depreció 27% y la Bolsa de Valores sufrió una pérdida de 16% en ese lapso y de 31% respecto a su máximo del 21 de abril.

Según el Banco de México, bonos mexicanos en manos de extranjeros bajaron en las últimas dos semanas en 3 mil 465 millones de dólares.

Analistas estiman que el crecimiento sea negativo o cero en la segunda mitad de este año en EU y una recesión prolongada allá llevaría a México a un crecimiento menor. [Fuente]

 





¿Qué tiene que ver el precio del petróleo con la crisis económica?

17 10 2008

Mucho. En los últimos meses hemos sido testigos de una creciente espiral en el precio del llamado «oro negro» debido principalmente a la demanda tanto de países desarrollados como Estados Unidos o el Reino Unido, como de países en vías de desarrollo como China o India.

La demanda ha sido tan grande, que ha rebasado la capacidad de producción de los países exportadores generando así un alza inflacionaria en el combustible fósil.

Precio del barril del petróleo en dólares
Gráfica del precio estimado del barril de petróleo
Fuente: OPEP

Pero eso se acabó. La amenaza de la recesión mundial desincentiva casi en forma automática la demanda por este combustible.

En Estados Unidos, por ejemplo, ante la falta de dinero la gente maneja menos, por lo que compra una menor cantidad de gasolina, lo que a su vez eleva los inventarios del combustible y reduce la demanda.

Lo bueno

Cuando el precio del petróleo cae, ocurren cosas buenas y malas, dependiendo de quién lo analice.

Del lado del consumidor, sobre todo en los países desarrollados, es una de las pocas buenas noticias que llegan en estos tiempos de incertidumbre económica. Quienes manejan podrán ahorrar dinero en el precio de combustible y destinarlo a otros gastos o a ahorro.

Además, uno de los más grandes damnificados del alza en el valor del crudo ha sido el precio de los alimentos que ahora podría reducirse.

Todo esto significa que, ante la desaceleración económica, la caída en el precio del petróleo podría actuar como un estímulo para la economía real.

Esto tomará más tiempo en América Latina. Alejandro Barbajosa (especialista en petróleo de la empresa Argus Media, con sede en Londres) recuerda que en los países de la región el precio del combustible está subsidiado, por lo que el impacto benéfico no se sentirá de manera directa.

Lo malo

El presupuesto de los países exportadores de petróleo dependen en gran medida de los ingresos por la venta del combustible y, al caer su precio, tienen menos dinero disponible para gastar en obras públicas o inversiones sociales.

Además, una reducción en estos ingresos implica que los planes de exploración de nuevos yacimientos petroleros se retrasarían, poniendo aún más presión sobre el futuro de este combustible que, recordemos, no es renovable.

El problema es que la mayoría de los países productores dependen de la inversión privada para llevar a cabo estos proyectos y los inversionistas podrían retirase si creen que el negocio no es rentable.

La OPEP sabe que si el precio del petróleo sigue bajando, varios de sus agremiados -como Irán y Venezuela- podrían verse en problemas. Por ello se espera que en la reunión anuncien medidas para que los inventarios decrezcan, la demanda aumente y el precio se estabilice.

Precio estimado del petróleo en el presupuesto
Gráfica del precio estimado del petróleo en México y Venezuela
Fuente: Presupuestos públicos

América Latina

Venezuela y México son dos de los productores más grandes de la región y podrían ser los primeros en sentir su impacto. Las finanzas de ambos países dependen en buena medida de los ingresos por la venta del combustible.

En el caso venezolano, el crudo representa casi la mitad de sus ingresos, mientras que en el de México se trata aproximadamente de una tercera parte del total.

Cada año, los gobiernos de estos países envían al Congreso el presupuesto para el siguiente año con una estimación del precio del petróleo y los ingresos que éste puede proporcionarles.

Aunque ambos tratan de ser conservadores, la realidad es que se trata de un juego de adivinanzas. Y las cosas para el 2009 no pintan bien. Venezuela espera que el precio del barril de crudo esté, en promedio, en US$60, mientras que México lo estima en US$80 dólares.

En los dos casos, los congresistas pueden hacer ajustes a este cálculo, pero es difícil que el cambio sea drástico.

El problema es que si el valor del barril cae por debajo de lo estimado, las autoridades de estas naciones dispondrán de menos dinero del que habían pensado y entonces tendrían que recortar gasto o endeudarse más. Ninguna de las dos opciones parece una buena noticia.  [Fuente]





¿Por qué caen los mercados?

17 10 2008

Seguramente en las últimas semanas has visto que los mercados financieros por todas partes. Para que comprendas mejor la importancia de éstos en las economías, te ofrecemos una explicación.

Las últimas sesiones de las plazas bursátiles del mundo no han hecho otra cosa más que reflejar los temores y la incertidumbre sobre el estado actual de la economía global.

Los efectos de la crisis hipotecaria, generada por las llamadas hipotecas subprime (préstamos de alto riesgo), terminaron por arrastrar al sector financiero, debido a que los grandes bancos internacionales realizaron cuantiosas inversiones en este sector, originando un contagio global.

De esta manera, el gobierno estadounidense se vio obligado a rescatar a las dos más grandes hipotecarias de ese país (Freddie Mac y Fannie Mae). Pero el problema no termina ahí. El Tesoro de EU tuvo que salvar también a las más grandes instituciones financieras de ese país; rescates que no sólo quedaron en EU, sino también en Europa, donde se diseñaron planes de rescate financieros.

Lo anterior ocasionó que los participantes ignoraran las cifras alarmantes: las de la economía de EU, que desde inicio de año se han mostrado débiles e, incluso, antes de que se agudizaran los problemas financieros (con la declaración en banca rota de Lehman Brothers), se hablaba de que el fantasma de la recesión estaba rondando.

Recordemos que en una economía, el sistema financiero es fundamental, por ello, ha sido prioridad encontrar la manera de hacerle frente a la crisis.

  • Es el turno de la economía

Hoy que los gobiernos de las principales economías lograron coordinarse para enfrentar los problemas financieros, las miradas de los inversionistas regresan nuevamente a las cuestiones económicas, donde todo indica que la debilidad se mantendrá en los siguientes meses.

Recordemos que las últimas cifras económicas de EU han reforzado la idea de que el país se dirige hacia la recesión (la actividad industrial y el desempleo han resultado alarmantes en los últimos meses). Incluso, la Fed de San Francisco considera que EU ya está en recesión.

  • Serpientes y escaleras

En resumen, aunque los mercados registraron un rebote sin precedentes el lunes 13 de octubre, el nerviosismo y la inestabilidad aún persisten, ahora ante las preocupaciones que han surgido por los efectos que la crisis ya causó en las economías.

Además, la inestabilidad irá acompañada de los reportes trimestrales de las empresas, que en estas semanas serán publicados y que, según analistas, reportarán débiles cifras. Ahora, si éstas resultan peor a lo estimado, los inversionistas no dudarán en vender sus papeles y las bolsas seguirán cayendo, incluyendo a la BMV. [Fuente]





El mito del colapso norteamericano.

13 10 2008

«Como es mi intención escribir algo útil para los interesados, me pareció más conveniente buscar la verdad por el efecto de las cosas, que por lo que de ellas se puede imaginar.»  [Maquiavelo, El Príncipe, 1513]

José Luis Fiori, profesor de economia y ciencia politica en la Universidad pública de Rio de Janeiro

José Luis Fiori, profesor de economía y ciencia política en la Universidad pública de Río de Janeiro

Escrito por Jose Luis Fiori.

El pasado 6 de octubre de 2008, la crisis financiera norteamericana desembarcó en Europa, y repercutió en todo el mundo de forma violenta. Las principales bolsas de valores del mundo registraron caídas significativas,  gobiernos y bancos centrales tuvieron que intervenir para mantener la liquidez y el crédito de sus sistemas bancarios. En este momento, ya no caben dudas: la crisis financiera que comenzó por el mercado inmobiliario de alto riesgo en los Estados Unidos se transformado ya en una crisis profunda y global que ha destruido una cantidad fabulosa de riqueza y terminará por alcanzar de manera  más o menos extensa, desigual y prolongada a la economía real de los EE.UU. y de todos los países del mundo. Muchos bancos y empresas seguirán quebrando, nacerán rápidamente nuevas normas e instituciones, y se dará en los próximos meses una gigantesca centralización del capital financiero, sobre todo en los Estados Unidos y en Europa. Los bancos y organismos multinacionales siguen paralizados e impotentes, y se afianza por doquiera la tendencia a la estatización de empresas, a la regulación de los mercados y al aumento del proteccionismo y del nacionalismo económico. Mírese como se mire, terminó la «era Tatcher-Reagan», y el «modelo neoliberal» anglo-norteamericano cayó al basurero de la historia, junto con las ideas económicas hegemónicas de los últimos 30 años. Como contrapartida, incluso sin hacer proselitismo explícito, tendría que ganar puntos, en los próximos meses y años, en todas las latitudes, el «modelo chino» nacional-estatista, centralizado y planificador.

En medio del ensordecedor tiroteo, se hace difícil pensar. Tal vez por eso, se multiplican en la prensa y en la academia los adjetivos, las exclamaciones y las profecías apocalípticas, anunciando el fin de la supremacía mundial del dólar y del poder global de los EE.UU, o del propio capitalismo norteamericano. Y eso, al mismo tiempo que los gobiernos y los inversores de todo el mundo se están refugiando en el mismísimo dólar y en los títulos del Tesoro norteamericano, a despecho de la bajísima rentabilidad de los mismos y pesar de que el epicentro de la crisis se halle en los Estados Unidos. Y lo más interesante es que son los gobiernos de los Estados que estarían supuestamente amenazando la supremacía estadounidenses quienes, los primeros, se refugian en la moneda y en los títulos norteamericanos. Para explicar este comportamiento aparentemente paradójico, es preciso dejar de lado las teorías económicas convencionales sobre el «patrón-oro» y el «patrón-dólar», no menos que las teorías políticas convencionales sobre las crisis y «sucesiones hegemónicas» dentro del sistema mundial.

Comencemos por la paradoja de la «fuga hacia el dólar» como respuesta a la crisis del propio dólar. Aquí es preciso entender algunas características específicas y fundamentales del sistema «dólar-flexible». Desde la década de 1970, los EEUU se transformaron en el «mercado financiero del mundo», y su banco central (la FED) pasó a emitir una moneda nacional de circulación internacional, sin base metálica, administrada a través de las tasas de interés de la propia FED y de los títulos emitidos por el Tesoro norteamericano, que actúan en todo el mundo como la base del sistema «dólar-flexible». Por eso «la casi totalidad de los pasivos externos norteamericanos es denominada en dólares y prácticamente todas las importaciones de bienes y servicios de los Estados Unidos son pagadas exclusivamente en dólares. Una situación única, que genera enorme asimetría entre el ajuste externo de los EEUU y los demás países […] De aquí, también, que la remuneración en dólares de los pasivos externos financieros norteamericanos, todos denominados en dólares, siga de cerca la trayectoria de las tasas de interés de su propia «deuda externa». (1)  De una mágica poderosa y una circularidad imbatible, porque se sustenta de forma exclusiva en el poder político y económico norteamericano. Ahora mismo, por ejemplo, para enfrentar la crisis, el Tesoro norteamericano emitirá nuevos títulos que serán comprados por los gobiernos e inversores de todo el mundo, como justifica el influyente economista chino, Yuan Gangming, al afirmar que «es bueno para China invertir mucho en los Estados Unidos, porque no hay muchas otras opciones para sus reservas internacionales de casi 2 billones de dólares, y las economías de China y EE.UU. son interdependientes». (FSP, 24/11)

Por lo demás, desde el punto de vista de la jerarquía mundial, sí esta crisis fuera administrada de manera estratégica por el gobierno norteamericano, podría reforzar, y no debilitar, la posición futura de los EEUU dentro del sistema mundial. Mas, para entender esta segunda paradoja, es necesario ir un poco más allá de la economía y las finanzas, y analizar con cuidado el origen del desencadenamiento de las crisis y de la competencia entre los Estados nacionales.

En primer lugar, casi todas las grandes crisis del sistema mundial fueron provocadas, hasta hoy, por la propia potencia hegemónica.

En segundo lugar, estas crisis son provocadas, casi siempre, por la expansión victoriosa (y no por la declinación) de las potencias capaces de derribar las normas e instituciones que ellas mismas crearon en un momento anterior, y que después se transforman en un obstáculo en el camino de su propia expansión.

En tercer lugar, el éxito económico y la expansión del poder de la potencia imperante es un elemento fundamental para el fortalecimiento de todos los demás Estados y economías que se proponen competir o «sustituir» a la potencia hegemónica. Así, finalmente, las crisis provocadas por la «exuberancia expansiva» de la potencia imperante afectan, en general, de forma más perversa y destructiva a los «competidores» que al propio hegemón, acostumbrado a recuperarse de forma más rápida y vigorosa que los demás.

Resumiendo: «a pesar de la violencia de esta crisis financiera, no debería haber un vacío en de ‘sucesión’ en el liderazgo político y militar del sistema mundial. Y, desde el punto de vista económico, lo más probable es que ocurra una fusión financiera cada vez mayor entre China y los Estados Unidos». (2)

 

NOTAS: (1) Serrano F. (2008) «A economía Americana, o padrâo «dólar-flexível» e a expansâo mundial nos anos 2000″, in J.L. Fiori, F. Serrano e C. Medeiros, Ed. Récord, Río de Janeiro p. 83. (2) Fiori, J.L. (2008) «O sistema mundial, no inicio do século XXI, in J.L. Fiori, F. Serrano e C. Medeiros, Ed. Récord, Río de Janeiro p. 65.