David Murcia, dueño de DMG, está preso en una celda de 3×3 metros y tiene una hora de sol al día
En su celda, en el pabellón de alta seguridad de la penitenciaría La Picota, no duerme nadie más. En su hora de sol solo lo acompaña un guardia del Inpec.
David Murcia, dueño de DMG no ha hablado con nadie diferente de los allegados, casi todos familiares, que lo visitaron el pasado fin de semana, su primero en ese centro de reclusión.
Sus 40 compañeros de patio están ‘guardados’ en sus celdas mientras Murcia da su ‘paseo’ diario.
La hora del recreo nunca es fija, también por seguridad. En este tiempo, dicen las fuentes, camina y juega con un balón que hay en el patio.
Las estrictas medidas son para garantizar su integridad, pues hay miles de personas que perdieron los ahorros de toda su vida en DMG. Muchos de ellos podrían ser familiares de otros presos y hasta de los mismos guardias.
Por eso no realiza actividades como los otros detenidos, la mayoría ex ‘paras’ y ex guerrilleros, quienes a pesar de estar en el pabellón de alta seguridad tienen la posibilidad de salir al patio y permanecer allí durante la mayor parte del día.
Murcia ni siquiera sale a los pasillos de los dos pisos del pabellón y pasa el tiempo escuchando radio o leyendo. Ha seguido cada detalle de las noticias de las últimas dos semanas, en las que el derrumbe del imperio financiero que construyó desde Putumayo ha sido un tema constante.
Su celda es una de las pocas que tienen baño privado. La comida, que es la misma del resto de detenidos (ya no tiene las pastillas que usaba para mantenerse activo), las recibe también aparte. El médico de la cárcel le recetó medicamento, pues ha tenido algunos quebrantos de salud.
Según fuentes cercanas al Inpec, en su hora de sol David Murcia aprovecha para hacer algunas llamadas desde un teléfono público.
Hasta ahora no ha recibido la visita de ningún abogado que lo vaya a representar por los delitos que lo bajaron de su negocio multimillonario: captación masiva de dinero, lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
Desde la renuncia de Abelardo De la Espriella, su anterior abogado, no se conoce el nombre de algún apoderado interesado en defenderlo y tampoco ninguno se ha acercado a La Picota.
Hasta ahora Murcia ha rechazado todas las solicitudes de entrevistas que le han llovido de los medios y uno que otro intento de acercamiento de personas que lo conocían.
Es, dicen los que lo han visto, un detenido juicioso. Su única protesta fue hace una semana, cuando intentó oponerse a que le cortaran su larga cabellera. A esa medida fue sometido el primer día en la cárcel, siguiendo las normas del Inpec. [Fuente]
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Los Lujos de David Murcia
El jefe de la cartera de Defensa dijo que Murcia mantenía una vida llena de lujos y excesos. Se le han incautado 61 bienes, entre casas, carros, empresas, autos, yates y más de $10.000 millones.
Desde Cartagena, donde se encuentra en la cumbre de comandantes de Policías, de Gobernadores y Alcaldes de la región, Santos calificó a Murcia como un «Maquiavelo de la delincuencia». «Realmente es un súper genio del mal», anotó.
Según el Ministro, Murcia alquilaba pisos enteros de hoteles lujosos, como el Marriot y el Hilton en Ciudad de Panamá, para él, su familia y su séquito.
«La última cuenta que pagó en el hotel Marriot fue de 57 mil dólares», reveló Santos.
Dijo también que Murcia era dueño de más de 15 automóviles lujosos, como Ferrari, Mercedes Benz, Maceratti, yates y aviones propios.
‘Caracol’ radio reveló la mañana del jueves que cada uno de los 12 Ferraris cuesta unos 500.000 dólares.
«Murcia tenía más de 300 empresas de papel, la mayoría en Panamá, las cuales estaban quebradas y él las compraba a precio de huevo», señaló.
Dentro de los movimientos financieros de Murcia en Panamá, las autoridades se extrañaron por la gran cantidad de dinero que se consignaba en sus cuentas; incluso, una de ellas sobrepasaba los 7 millones de dólares.
De igual forma, el Ministro dijo que la incautación de computadores y discos duros ha permitido establecer las presuntas conexiones entre los narcotraficantes «Macaco», «Chupeta» y la firma DMG.
«Coincidencialmente, la base de operaciones de los tres eran las mismas», señaló Santos. [Fuente]
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